Explorando
las pompas de jabón
¿Cuál
es el propósito de plantear secuencias de actividades?
A través del trabajo con secuencias no
proponemos seguir enriqueciendo las propuestas
que ofrecemos en los diferentes sectores. Hasta ahora trabajamos secuencias que
corresponden al sector de plástica, al sector de trasvasado y al sector de
ciencias.
Una secuencia de
actividades, supone la planificación y realización de un conjunto de propuestas
que están relacionadas entre sí. Las
secuencias permiten que los chicos avancen en sus aprendizajes
estableciendo relaciones entre lo que saben y lo nuevo que aprenden. Generalmente se desarrollan a lo largo de un
tiempo acotado (15 días a un mes).
Orientaciones
para organizar la secuencia de pompas de jabón
¿Qué
nos proponemos que los chicos aprendan a través de estas actividades?
1-
Que
se pueden hacer pompas de diferentes maneras: soplando, agitando, dejando el
burbujero quieto para que el viento las forme.
2-
Que
si soplan muy fuerte las pompas no se forman. Hay que soplar suavemente.
3-
Que
las pompas siempre salen redondas, independientemente de la forma de los burbujeros.
4- Que hay
muchos objetos con los cuales se pueden hacer pompas.
5- Que el
color de las pompas no depende del color de la mezcla. Reflejan los colores del
entorno.
¿Cómo
aprenden los chicos estas cosas?
Aprenden explorando. A través de la
exploración los chicos desde que son muy pequeños aprenden cómo son y cómo se
comportan los objetos, por ejemplo cuando los bebés chupan y aprietan una
pelota están conociendo cómo es.
En el jardín invitamos a los chicos a
explorar, a “hacer” diferentes acciones con los objetos para que los conozcan
cada vez más. Explorando aprenden por
ejemplo que algunos se pueden aplastar y otros
no, que algunos ruedan, que tienen diferentes pesos, etc.
Tal como lo mencionamos, nuestra intención es
que a través de la secuencia de pompas, los chicos aprendan que con algunos
objetos se pueden hacer burbujas y con otros no, que se pueden hacer burbujas
de diferentes manera, etc. Para que esto suceda les ofrecemos diferentes
objetos y materiales, les planteamos algunas preguntas o propuestas para
orientar la exploración.
¿Cuáles son las actividades que proponemos
para realizar esta secuencia?
Actividad N°1: Probando diferentes modos de hacer burbujas.
-Consigna/pregunta: ¿Cómo podemos hacer
burbujas? ¿Sólo se forman cuándo soplamos? ¿Cómo hay que soplar para hacer las
burbujas?
-Materiales: burbujeros redondos de alambre y
recipientes con la mezcla
En esta actividad es conveniente utilizar los
burbujeros convencionales (alambre forrado) para que los chicos “soplen” y
evitar aquellos elementos que puedan llevarse a la boca y aspirar (sorbetes).
Para alentar que los chicos prueben hacer
pompas de otro modo que no sea soplando, los burbujeros más grandes (con los
que se dificulta soplar) resultan apropiados. Invitan a agitarlos o a
desplazarse corriendo con ellos y de ese modo el aire o el viento forman la
burbuja.
Con respecto a la preparación de la mezcla es
conveniente:
- utilizar detergente cristalino
- agregar poca agua y un poco de azúcar
Antes de realizar la actividad probar la
mezcla para asegurarnos de que efectivamente sirve para hacer las burbujas.
Cuando se forma espuma sobre la mezcla las
burbujas no salen. Por eso es conveniente tener mezcla preparada para reponer o
sacar algunos recipientes de circulación hasta que la espuma desaparezca.
Actividad N°2: Haciendo burbujas con burbujeros de diferentes formas
Hacer burbujas con burbujeros de alambre de
diferentes formas, para que los chicos puedan establecer alguna relación entre
la forma del burbujero y las burbujas.
-Consigna/preguntas: ¿Cómo saldrán las
burbujas si usamos burbujeros con otras formas? ¿Tendrán la forma del
burbujero?
-Materiales: burbujeros de alambre con
diferentes formas (estrella, corazón, triángulo, etc.) y recipientes con la
mezcla.
En esta actividad es importante que haya
burbujeros de formas bien variadas. Los chicos podrán descubrir lo que nos
proponemos en la medida que les ofrezcamos materiales adecuados.
Actividad N°3: Haciendo burbujas con otros objetos.
-Consigna/preguntas: ¿servirán estos objetos
para hacer burbujas? ¿Cuáles de estos objetos servirán para hacer pompas? ¿Cómo
tiene que ser el objeto para que salgan pompas?
-Materiales: conos de plástico, pajitas,
trozos de mangueras, coladores, espumaderas, canastitas de plástico, etc., y
recipientes con la mezcla.
En esta actividad hay que tener en cuenta que
los objetos que presentan bocas amplias (por ejemplo embudos o conos) requieren
que los chicos soplen con mayor fuerza para que la burbuja se forme y luego se
cierre y logre desprenderse del borde del objeto.
Para que los chicos puedan comparar y
relacionar lo objetos y las pompas es interesante presentar una colección de objetos
diversos. Por ejemplo: bombilla y pisapapas forman “racimos”, los sorbetes
forman muchas y pequeñas burbujas, los elementos que presentan muchos orificios
(por ejemplo canastitas) permiten soplar varias veces o hacen que salgan muchas
burbujas cada vez que se sopla. De elementos que tienen boca grande, las
burbujas salan grandes. A través de estas diferentes opciones los chicos
enriquecen la exploración.
¿Cómo organizamos al grupo de chicos en estas
propuestas?
La exploración es por lo general una
actividad individual. Aunque haya muchos chicos explorando al mismo tiempo. Por
eso es necesario que cada nene cuente con un burbujero.
Cuando ofrecemos diferentes objetos para
hacer burbujas es conveniente que haya suficientes para que los chicos puedan
intercambiarlos y probar diferentes opciones.
Los recipientes con la mezcla tienen que
estar a la altura y disponibles para los chicos. Pueden compartirse entre dos o
tres chicos o bien cada nene puede tener el suyo.
¿Dónde conviene realizar las actividades?
Las actividades pueden realizarse en un
espacio abierto y también en la sala. En ambos casos se presentan situaciones
diferentes.
Cuando la actividad se hace al aire libre,
las burbujas “se escapan”. Los chicos juegan a correrlas, las persiguen, acompañan
el recorrido con la mirada. Para que los chicos reconozcan que no solo soplando
se forman burbujas, hacerlas al aire libre es una muy buena opción.
En cambio cuando las actividades se realizan
en un espacio cerrado como la sala “no se escapan” tanto. Eso hace que los
chicos jueguen a atraparlas con la mano, con el burbujero para que no se
rompan, a pasarse la burbuja de un burbujero a otro, etc.
¿Qué hacemos los maestros para que las
actividades resulten atractivas?
Nuestra intervención comienza
desde el momento en que pensamos la actividad, buscamos y seleccionamos los
materiales que vamos a utilizar, el lugar en donde realizaremos la actividad,
el tiempo previsto y el modo en que organizaremos a los chicos.
Durante el desarrollo de
las actividades observamos lo que los chicos hacen. Esto nos permite enriquecer
las exploraciones que realizan: Por ejemplo, si los chicos tienen dificultades
para hacer las burbujas podemos sugerirles que soplen más suavemente, que
prueben agitando el burbujero, o dejando el burbujero quieto y permitiendo que
el viento las arme, podemos sugerirles que observen o les pregunten a otros
chicos cómo las hacen. También tratamos de que los chicos “pongan en palabras”
lo que están descubriendo, por ejemplo preguntando ¿cómo salieron las burbujas
de los burbujeros que no son redondos? ¿Pudieron hacer pompas con estos
objetos?
¿Qué suelen hacer los chicos en estas
actividades?
Cuando desarrollamos las actividades en las
salas de todos los Jardines observamos algunas acciones recurrentes.
La mayoría de los chicos agita el burbujero
en el recipiente con la mezcla. Unos pocos, por lo general los más grandes
meten el burbujero dentro del recipiente, lo dejan quieto y luego lo sacan.
A
algunos les resulta más fácil soplar y a otros agitar o correr con los
burbujeros en alto para lograr que las burbujas se formen.
Cuando descubren que para
que se arme la pompa tiene que formarse la película, introducen el burbujero en
la mezcla y antes de soplar constatan que la misma se haya formado. Si
efectivamente se formó soplan y si no, introducen nuevamente el burbujero en la
mezcla. En varias ocasiones observamos que al “descubrir” esta película,
algunos chicos se interesan más por formar la película y romperla con el dedo,
que por soplar para que se forme la pompa.
Notamos
que a los chicos les resulta mucho más fácil descubrir la película cuando la
superficie que se forma es mayor, por ejemplo cuando utilizamos los conos.
También observamos que cuando la superficie de la película es grande, les
resulta más fácil regular el soplado y “jugar” con esa posibilidad (es decir:
soplar más o menos fuerte sin llegar a desprender la burbuja).
Cuando
no logran hacer las burbujas los chicos suelen recurrir al adulto ya sea para
pedirle que sople el burbujero o bien para cambiárselo. Esto último tiene que
ver con la hipótesis de que la posibilidad de hacer las burbujas depende del
elemento que se utiliza (el burbujero) y no del procedimiento que se emplea (el
soplado). En otra oportunidad, mientras una maestra estaba haciendo burbujas,
uno de los nenes acercó una sillita al lado de ella, se subió e intentó
imitarla. Esta actitud pondría en juego otra hipótesis planteada por los
chicos: a mayor altura las pompas mejor. Otros chicos introducían el burbujero
en la mezcla una y otra vez, como si quisieran “agarrar” más mezcla y de ese
modo lograr que la burbuja se forme. También observamos que algunos probaban
las mezclas de otros recipientes.
En
otras ocasiones observamos que los chicos que logran hacer las burbujas ayudan
a aquellos que no pueden hacerlo o que les cuesta mucho. Por lo general le
sostienen el burbujero para que lo soplen, o bien soplan ellos invitándolos a
que “las atrapen”.
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