martes, 18 de noviembre de 2014

Resumen: Del Yrigoyenismo a la década Infame

DEL YRIGOYENISMO A LA DÉCADA INFAME. 

La lucha entre lo nuevo y lo viejo. 
Con la derogación de la reforma Saavedra Lamas quedó restablecida la estructura tradicional y el currículum enciclopédico. Se había eliminado la orientación práctica y se abandonaban los intentos de construir una relación pedagógica entre escuela y trabajo. La mayor parte de los docentes y rectores protestaron. La relación entre el gobierno y la docencia se fue deteriorando durante la década de 1920, a la demanda de mejores condiciones laborales se sumó la irritación por el gobierno de Alvear, quien se alió con los conservadores y colocó funcionarios políticos en cargos directivos del sistema escolar. La gestión de sus ministros de educación se caracterizó por las deficiencias administrativas y la escasez presupuestaria. 
Al mismo tiempo, algunos representantes de la vanguardia pedagógica, fueron funcionarios del Consejo Nacional de Educación y trataron de institucionalizar algunas innovaciones. Este proceso comenzó con la reforma denominada Sistema de labor y programas del Consejo Escolar 1 o reforma Rezzano, muy influida por el pragmatismo democrático de John Dewey, que consistía en un sistema integral de educación/trabajo. La reforma daba prioridad a las necesidades biológicas y psicológicas del niño y centraba el interés en una organización de los contenidos que respondiera a los lazos que unen las cosas. Proponía que la enseñanza de la historia fuera un cuadro vivo y la educación cívica una práctica y no una serie de contenidos vacíos, enfrentó al positivismo normalista pero nunca pretendió abandonar los rituales. Los docentes eran patriotas pero reclamaban su derecho a diseñar las ceremonias escolares. 

El divorcio entre educación y trabajo. 
La pedagogía argentina no pudo, o no supo crear categorías que atendieran al individuo, que vincularan a la educación con el trabajo y que construyeran valores y hábitos colectivos. La idea de práctica fue reducida a la actividad en la clase escolar y la capacitación para el trabajo sustituida por una conexión abstracta con la vida social. Culpar al proyecto parasitario de la oligarquía no es suficiente, los argentinos no se dieron cuenta de la importancia de la educación laboral para formar ciudadanos y para el desarrollo económico. 

El golpe de gracia al liberalismo pedagógico. 
El segundo gobierno de Yrigoyen heredó del alvearismo la democracia, la mala administración y la enemistad de los docentes, el Ministro De la Campa sumó la introducción de un nuevo programa híper-utilitario y que ramificaba la enseñanza primaria. El programa, llamado Escuelas de Nuevo Tipo, se dirigía a niños de 6 a 8 años para formarlos en oficios artesanales, rurales y urbanos. 
En el tránsito de 1916 a 1930 la situación escolar básica de los sectores populares había mejorado durante las administraciones radicales: mayor población escolar, más maestros, más escuelas, reducción del analfabetismo. Pero ningún sector reconocía aquellos procesos, la opinión era tan desfavorable que nadie puso resistencia al gobierno surgido del golpe del 6 de septiembre de 1930 que derrocó a Yrigoyen. 
Durante el año y medio de gobierno de J. F. Uriburu, se sucedieron cuatro ministros de Educación: Padilla, Rothe, Bioy y Terán. 
Terán provenía del normalismo y respondió a las demandas de los docentes, las provincias y territorios nacionales fueron dotadas de consejos escolares, pero trató de darles un carácter más burocrático impidiendo la participación de los vecinos. Repudiaba el reformismo universitario y la escuela activa, suprimió las escuelas de nuevo tipo y propuso centrar la educación en la moral. Había que espiritualizar la escuela, combatir el comunismo e impulsar la gestión privada. 
Al margen existían también proyectos de cooperación social.

Llega la represión. 
Durante el gobierno de Justo, Cárcano, presidente del C.N.E suprimió los centros de estudiantes en los colegios secundarios. El gobierno persiguió a los docentes que tenían posturas radicalizadas, laicistas y escolanovistas, se hicieron más estrictas las normas para el ejercicio de la docencia y se ordenó la enseñanza privada, en cuanto a la enseñanza técnico profesional de nivel medio, se crearon o transformaron escuelas normales regionales, escuelas prácticas del hogar, comerciales y de orientación regional. 
También hay que consignar experiencias conservadoras populistas, llevadas a cabo por sectores de la oligarquía, dirigidas a sectores pobres, casos particulares como la Asociación de Amigos, y el comedor escolar en La Pampa. 


La lucha ideológica en la educación. 
Pese a la tendencia de todos los gobierno a usar políticamente los puestos directivos del sistema, aún ocupaban algunos cargos e incidían en la educación los docentes e intelectuales de renombre. En 1935 el Inspector General de Enseñanza, el profesor Juan Mantovani (era laico y admirador de Dewey, espiritualista pero interesado en la cultura y democracia) presentó un proyecto de reforma de tono anti utilitario y contrario a la educación práctica, se ocupaba de los problemas de adolescente y atendía las conexiones entre niveles y modalidades, flexibilizando el pasaje entre las distintas opciones de la enseñanza secundaria, dando un sentido integral al nivel medio. 
Los intelectuales, políticos y la opinión pública identificaban ahora el nacionalismo con el fascismo y al liberalismo con el desprecio por lo propio y la europeización. Por tanto democracia, libertad, escolanovismo y reforma eran rechazados por quienes identificaban el amor a la Patria con el hispanismo y nacionalismo católico. Muchos docentes introducían ahora los símbolos y rituales eclesiásticos, el espiritualismo laico se tornaba católico. 
La obligatoriedad de la enseñanza religiosa fue decretada por la reforma Fresco-Noble de 1936. 
Se superponían las simbologías patrióticas, militares y eclesiásticas, se instauraban los días de la Escarapela y del Himno Nacional. El 1940 el C. N. E aprueba un dictamen que expresa la necesidad de reforzar el patriotismo, indica retomar la sana orientación que tenían los programas de 1910. El nacionalismo impregna los contenidos, en 1940 se establece un nuevo programa para la promoción de la enseñanza de la agricultura y ganadería en las escuelas, se designa una comisión de folklore, se establece un plan de revalorización de la memoria, la incorporación de lo militar a la vida escolar. 
El exceso de docentes sin cargo da el tono a las posiciones en el campo gremial. 
El régimen surgido del golpe del 4 de junio de 1943 dirigido por la logia Obra de Unificación del Ejército, abarcó la presidencia de Rawson y Ramírez. El enfrentamiento que los docentes habían evitado estalló, en 1944 el interventor en el C. N. E dejó cesantes a 238 educadores por actividades contrarias a la Nación. 
El sistema escolar normalizador empezaba a mostrar sus insuficiencias, las sociedades populares no eran capaces de dar el salto político, organizativo y tecnológico necesario para atender las demandas de la educación de los adultos, mujeres, discapacitados y menos de la formación laboral. La iniciativa privada educaba a los pudientes, la sociedad civil prefería delegar la tarea de reestructurar la educación y depositaba la responsabilidad en el Estado. 

1 comentario:

  1. Gracias. Por un excelente resumen. Intentaré leer con mayor comprensión el capítulo.
    Gracias

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