miércoles, 19 de noviembre de 2014

Resumen de "Enseñar a entender lo que se lee- La alfabetización en la familia y la escuela" de Berta Braslavsy

Enseñar a entender lo que se lee- La alfabetización en la familia y la escuela
                                                                                                            Berta Braslavsy

CÁP. II LA ALFABETIZACIÓN Y SUS ALCANCES:
Para comprender cómo evolucionó la alfabetización conviene aclarar lo que se entiende por este término, que por primera vez se formuló a fines del siglo XIX (1800) y que en el presente suele ser ambiguamente usado en metáforas tales como “alfabetización científica o tecnológica”; “alfabetización musical”, etc. Trataremos de recuperarlo en su relación con la escritura, los actos de leer y escribir y la comprensión de la lengua escrita. Al referirnos al concepto original de alfabetización tropezamos con la primera dificultad que los mismos expertos encontraban para su definición. Tal vez por eso conviene aceptar la idea empíricamente formada sobre alfabetización según la experiencia del siglo XX, que se expresaría en términos de “una práctica elemental de la lectura y la escritura adquirida por las grandes mayorías”.

Cómo evolucionó la alfabetización:
Si se adopta el concepto de alfabetización asociado a la expansión social de la lengua escrita, se pueden señalar algunos momentos significativos de su evolución. Algunos historiadores sugieren que, aunque todavía era dominante la oralidad, Grecia fue la primera sociedad letrada del mundo como consecuencia del perfeccionamiento del alfabeto, el desarrollo de la democracia y la educación. En Roma al igual que en Grecia, se promovía la alfabetización para acrecentar el poder del cumplimiento de funciones administrativas y políticas. Sin embargo con la caída del imperio, la alfabetización fue erradicada en tal medida que en el año 1000 sólo el uno o el dos por ciento de la población europea sabía leer y escribir. Fuera de Europa se originó una fuerte tradición del libro del Islam, mientras que en China y en India seguía vigente la cultura escrita. En la Europa medieval, los monasterios y las abadías de la iglesia protegieron la escritura pero de manera restringida. Hacia el año 1000, la alfabetización inicia lentamente su emergencia. El establecimiento de las universidades, la invención dela imprenta, el uso de la escritura para transmitir la sucesión de ideas revolucionarias en el renacimiento dieron lugar al desarrollo de habilidades para una alfabetización analítica, creativa e inferencial que permitía comprender y evaluar ideas nuevas aunque sólo un grupo de elites podía adquirir esas habilidades.
A principios del siglo XVI (1500), con la Reforma luterana, la alfabetización comienza a difundirse en Europa, ya que en los países protestantes estimula la lectura de la Biblia. Hacia el 1700 se considera que el treinta o cuarenta por ciento de la población europea sabía leer aunque la alfabetización apenas servía para ciertos propósitos (identificación de palabras o letras). La Revolución industrial con sus formas de producción y los avances de la democratización ampliaron la necesidad de leer y escribir con gran énfasis en el siglo XIX. La enseñanza de la lectura y la escritura se extendió sobre todo en el último tercio de ese siglo cuando se crearon los sistemas formales de educación por efecto de las leyes de educación pública.
En la actualidad, si bien los datos muestran un decrecimiento importante del analfabetismo, en términos absolutos éste llega a nuestros días a valores dramáticos con especial acento en ciertos países de Asia, África, y aunque en menor grado, también en América Latina.

Nivel mínimo, funcional y avanzado:
Hay diferencias que tienen que ver con los alcances de alfabetización dentro de cada país.
Ligada al poder desde su invención, el dominio de la escritura se transformó en un signo de distinción social y cultural. Los investigadores admiten que en todos los países, incluidos los desarrollados, los programas de educación destinados a la población en general sólo se han propuesto cumplir con lo que se denomina la alfabetización funcional. Este es un concepto que se originó en Estados Unidos durante la Primera guerra mundial. En la década del 50, Gray intentó una primera clasificación de los niveles de alfabetización, diferenciando entre las normas mínimas de instrucción y la alfabetización funcional. Estos últimos conceptos fueron cambiando a lo largo del tiempo. Cinco décadas más tarde se han producido cambios trascendentes en cuanto a las expectativas en la alfabetización. El nivel funcional es ahora el que permite leer textos simples, tales como artículos de revistas fáciles y periódicos barriales. El nivel de lectura avanzada refiere a la capacidad de leer textos escritos de manera abstracta, con pensamiento crítico y manejo de recursos para resolver problemas procesando información compleja. La lectura avanzada se vincula a los nuevos conceptos sobre la comprensión que superan la meta de la comprensión pasiva. Se trata del concepto muy evolucionado de la comprensión activa en la que intervienen el autor, el lector, el texto y el contexto.

III. EL LENGUAJE ESCRITO Y LOS ACTOS DE LEER Y ESCRIBIR: 
Nuestra preocupación está fundada en que la escritura tal como por lo general se la concibió hasta el presente, dio lugar a muchas confusiones en la pedagogía. “El problema del lenguaje escrito está muy poco estudiado como tal, es decir, como un sistema especial de símbolos y signos cuyo dominio significa un viraje crítico en todo el desarrollo cultural del niño” (Vigotsky). Y eso se debía a que según él, en las escuelas se promovía hasta tal punto el mecanismo de la lectura que el lenguaje escrito como tal quedaba relegado.
La complejidad del lenguaje escrito:
Presentaremos para analizarlas, algunas definiciones que se refieren a la escritura o lenguaje escrito y otras a la acción de escribir o de leer y escribir:
v  El uso de un sistema de escritura u ortografía por la gente en función de su vida diaria y de la transmisión de su cultura a otras generaciones.
v  El proceso o resultado del registro gráfico a mano o por otros medios, por letras, logogramas u otros símbolos.
v  Conjunto significativo de ideas así expresadas.
v  Sistema de intercomunicaciones humanas por medio de signos convencionales visibles.
*Cardona: la tecnología de la palabra es la más trascendental porque transforma el habla y también el pensamiento.
Comparación entre la lengua oral y la escrita:
“El lenguaje escrito es el reverso del lenguaje oral” (Vigotsky)
Algunas características del lenguaje escrito son:
v  Carece de la espontaneidad e inmediatez del lenguaje oral. Requiere intencionalidad, actividad voluntaria y consciente
v  No dispone de los recursos del lenguaje oral, tales como la entonación, los ademanes, los gestos. Para reemplazarlos son insuficientes los signos de puntuación y es necesario recurrir a un mayor número de palabras y sus combinaciones.
v  No tolera las formas y las estructuras incompletas del lenguaje hablado. Requiere una sintaxis más rigurosa y completa.
v  El interlocutor está ausente, tanto para el que escribe como para el que lee. La situación no es compartida entre el emisor y el receptor como ocurre en el hablante y el oyente.
v  El tema no es siempre compartido por los interlocutores.
v  Contrariamente a la rapidez del ritmo del lenguaje hablado, que no favorece la reflexión, la escritura concentra la atención, conciencia y reflexión del emisor y el receptor.
v  Mientras la lengua hablada se desvanece en el mundo de los sonidos, la escritura se registra y permanece en su soporte.
v  La escritura ayuda a que el lenguaje se desarrolle como actividad más compleja y organizada.
La escritura potencia, organiza y desarrolla la lengua hablada, actúa sobre el pensamiento y sobre la conducta. Los educadores deben tener claridad acerca delas características dela lengua escrita. Al introducir al niño en el lenguaje escrito, lo introducimos en el plano abstracto más elevado del lenguaje.
¿Qué es leer?: El acto de leer fue explicado de distintos modos a lo largo del tiempo. La lengua escrita era vista como una codificación de la lengua oral mediante un número de signos visuales que se correspondían con la sonoridad de las palabras. La lectura fue identificada por siglos con la decodificación. A partir de ciertas condiciones históricas en la época del Renacimiento ciertos grupos sociales de elite comenzaron a practicar una lectura cada vez más analítica e inferencial. Pero en la enseñanza para las grandes mayorías, aun cuando se generalizó, la educación pública se mantenía dentro de las limitaciones del lenguaje hablado sin acceder a la comprensión de la lengua escrita en toda su complejidad. Recién avanzado el siglo XX, progresivamente varias ciencias humanas- psicología, psicolingüística, sociolingüística- investigan el acto de leer más allá de la escritura como objeto de análisis. Más que del producto se ocupan del proceso: qué hace el que lee, sobre todo el niño que aprende a leer.
El acto de leer:
Ejemplos de definiciones:
-         Una interacción entre el lector y el lenguaje escrito a través de la cual el lector llega a reconstruir el mensaje del escritor
-         Pensamiento intencional durante el cual el significado es construido a través de las interacciones entre el texto y el lector
-         Borges: “Toda lectura implica una colaboración y casi una complicidad”
-         Harste: La lectura es un evento social
¿Qué es escribir?  Aunque la escritura es la primera tecnología de la palabra, tal como se dijo, su verdadera naturaleza está en el significado, que es tan independiente de su aspecto gráfico como lo es la palabra de su aspecto sonoro.
IV. LA COMPRENSIÓN DEL LENGUAJE ESCRITO:
No se alcanzará la universalidad de los objetivos de la alfabetización avanzada si no se les enseña a los alumnos a comprender lo que leen desde que se inician en la escuela. Y se dificultará el desarrollo cultural de gran parte de la población: la que queda rezagada o excluida de los beneficios de ese gran invento humano de la escritura que se incorpora al desarrollo integral de la persona.
Evolución del concepto de comprensión: De acuerdo con algunas investigaciones, la expresión “comprensión de la lectura” no se usó hasta finales del siglo XIX. Hasta fines del siglo XVIII se perpetuaba una concepción sobre el proceso de lectura y enseñanza (dominaban los recitados orales de “la voz del autor”, la memorización a través del deletreo, etc.)
La comprensión pasiva: Recién en la tercera década del siglo XIX (1830) comienzan a cuestionarse severamente el deletreo y las prácticas no significativas. Se comienza a hablar expresamente de la significación de la palabra y más aún, de la necesidad de partir de unidades mayores como las oraciones para enseñar a leer, porque la oración es la unidad de expresión del pensamiento. En estos primeros reconocimientos de la importancia de la significación, se supone que el significado reside en el mensaje esperando ser interpretado, y que el mensaje recibido es congruente con el mensaje enviado. Es decir, que el significado se extrae del texto. 
La comprensión activa: “La comprensión es un proceso en el que el lector construye significados interactuando con el texto, a través de la combinación de conocimientos y experiencias previas, información disponible en el texto, interacciones y comunicaciones inmediatas, recordadas o anticipadas”. Se trata ya de una comprensión activa en el intercambio que se produce entre el lector y el autor a través de un texto y en la situación determinada por el propósito del lector, es decir, por la intención, por la necesidad de resolver un problema que tiene cuando aborda un texto. El lector puede ir más lejos y construir significados nuevos que superen los significados expresados por el autor.
Componentes del proceso de comprensión: El lector y su relación con el autor (los lectores construyen significado y pueden llegar a múltiples sentidos a partir del mismo texto según cuáles sean las características personales de cada uno/ El lector y el autor no comparten la situación y el producto escrito permanece estable/ Si el lector contextualizara los textos sólo en su propio tiempo, “la consecuencia sería la “muerte” del autor”), el contexto (los interlocutores no comparten la situación, esta última sólo puede ser recreada con la reconstrucción del contexto. Todo texto es a la vez texto y contexto) y el texto (tipología de los mismos. A través de su forma genera expectativas que disponen al lector para la comprensión de distintas variedades discursivas)
Enseñanza de estrategias: Tal vez no se pueda enseñar la comprensión, pero se puede y se debe enseñar estrategias para la comprensión aunque no como dogmas que se imponen o como recetas que se aplican sin fundamentos, ni tampoco como técnicas aisladas. El docente debe enseñar con responsabilidad. La comprensión es la esencia de la lectura.  
VIII. EL CONCEPTO DE ALFABETIZACIÓN TEMPRANA
Cuando surgieron los sistemas formales de educación, se creía que había una edad para iniciar el aprendizaje de la lectura y la escritura. También se creía que la alfabetización se iniciaba en la escuela. Se sabe ahora, gracias a investigaciones científicas, que los primeros años de la vida de los niños constituyen el período más importante para el desarrollo de la alfabetización.
La madurez para la lectura: Se hablaba de una madurez para la lectura que nunca estuvo bien definida. Se realizaban tests predictivos. Sedaba por aceptada una capacidad intelectual correspondiente a 6 años (sin definirla). Según los resultados de los mismos, los niños eran separados en tres grupos: los que aprenderían en seis meses, los que aprenderían en un año y los que no aprenderían. Se separaba a los niños en clases (a, b y c). El aprestamiento: Se consideró conveniente favorecer la madurez mediante la ejercitación funcional, y así se configuró el llamado aprestamiento (ejercicios de recortado, “picado”, organización corporal, de clasificación, correspondencia y seriación – bajo una arbitraria interpretación de Piaget-)





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